Rss Feed
  1. 015.
    Autor: Ibn Hazam de Córdoba.
    Título: El collar de la paloma (tratado sobre el amor y los amantes). – {1023} [Madrid: Alianza Editorial, 1998. 364 p.p.] {Introducción y prólogo de Ortega y Gasset}.
    Ibn Hazam de Córdoba es el escritor más importante y prolífico de la escritura hispano-árabe y del territorio Al-Ándalus (es decir, del territorio español bajo el poder musulmán durante 700 años). Ibn Hazam fue uno de los grandes genios de esta época, pertenecía a una nueva aristocracia (su padre fue visir) y fue criado con la idea de la expansión del arabismo por toda la península ibérica. Participó activamente de la vida política de su época, pero fueron sus más de 400 volúmenes los que le valieron su fama, entre los cuales sobresalen obras históricas, filosóficas y literarias. El collar de la paloma, su obra más conocida, es un libro que se compone de una serie de elementos que lo hacen variado y complejo: tiene elementos de prosa y verso; hay historias ficcionales y recuerdos autobiográficos; hay reflexiones de corte filosófico y narraciones didácticas; etc. Aun así, logra estructurarse como un texto con las características de los escritos de la aristocracia cordobesa de la época: es pro-árabe, no hay alusiones a la cultura hispánica, no se incluye a la cultura popular, está escrita como una narración personal, es fragmentaria (incluso con cortes bruscos al final), y tiene elementos autobiográficos, históricos y referenciales. A pesar de esta pluralidad de mecanismos, no es posible encontrar un elemento puramente subjetivo o empático, dado que es clara la gran preocupación del autor por las normas de escritura de la poesía Al-Ándalus (y una de las normas, tenía que ver con lo artificioso y ornamentado de su escritura).
    El tema central de este libro es el “amor”, pero visto desde diversas perspectivas: desde una perspectiva jurídica, sexual, narrativa, sentimental, religiosa (profética) y filosófica. En este libro ya se puede encontrar un concepto del amor que coincide con las ideas platónicas del idealismo y que posteriormente derivarán en elementos del amor cortés. Así, el amor se produce por la belleza material del objeto amado, pero esa materialidad solo se complementa con una búsqueda idealista de aquello que completaba al ser en el mundo superior. Por otro lado, el sufrimiento, la pena y el desgajamiento como fondo primordial de un amor casto e imposible, coincide con algunas de las ideas de amor planteadas en la literatura trovadoresca provenzal y en la literatura de caballería. Es así que el autor abarca la naturaleza del amor tratando de acaparar todos los elementos que lo componen: la naturaleza del amor, los amantes, las enfermedades del amor, las formas de enamorar y desenamorarse, los mejores aliados con los que se puede contar, los trucos para obtener al ser amado, los signos que permiten identificar al verdadero amor y al falso, etc.; por estas razones, Ortega y Gasset, en su famosa introducción al libro lo nombra como “el libro más ilustre sobre el tema del amor en la civilización musulmana”.
    El libro consta de 30 capítulos en los cuales hay reflexiones del autor, recuerdos de su infancia, historias y (muy importante) poemas; esto hace que el libro tenga la estructura al mismo tiempo de un tratado del amor, de una preceptiva, de una antología poética y de un libro de memorias. Algunas de las máximas que se pueden extraer de este texto, respecto del amor son: el amor es la unión entre partes de almas, una vez unidas pero después divididas; el amor auténtico es infinito, solo se acaba con la muerte (pero en ella se reencuentra con la mitad perdida de su ser); hay amor infinito que no se produce porque el sujeto se queda atado a la materialidad; el verdadero amor solo se logra cuando se trasciende lo material; etc. El amor idealista aparece así en todo el texto; uno de los ejemplos es el título de la obra. A pesar de que la paloma como símbolo no aparezca nunca en el libro, se sabe que la paloma era para los poetas de la época el símbolo del alma caída, una paloma que al caer en el mundo ha olvidado su mundo ideal original y que tiene una predestinación divina. El collar de esa alma, sería construida por el mismo animal durante su vida (libre albedrío), pero nunca podría alterar la naturaleza profunda el ser divino que la engendró.
    El tono de toda la obra es el de los amores que van en contra de las convenciones sociales, que abogan a la clandestinidad, a la caída en los pecados de la carne, a la perdición de la lujuria (igual en hombres y mujeres), al amor carnal como pecado y al amor casto como bondad. Aquí ya se puede ver cómo se delinea la dualidad entre el amor enfermo y el buen amor que se desarrollará en libros como El libro del buen amor. Ya al final del libro, el tratado se vuelve más moralista al conectar de manera más cercana al amor con la religión, el pecado, el mal y la lascivia; así, la concupiscencia y la razón son contrapuestos que están peleando todo el tiempo al interior del alma humana.
    [Argumento] Sin que el libro tenga ese orden, aquí lo divido en varios elementos: prólogo, historias, poemas, reflexiones. A parte del prólogo, todos los otros elementos están mezclados entre sí y se conectan por medio de un tema que marca el inicio de cada capítulo. Por ejemplo: “Sobre las señales del amor”, “Sobre la traición”, “Sobre la separación”, “Sobre el amigo favorable”. A pesar de la mixtura, el libro se podría ordenar en los siguientes apartados. a) Inicia con el plan de la obra y las señales de lo que es el amor [Capítulos 1 y 2]. b) Habla de las causas del enamoramiento de la más leve a la más compleja [Capítulos 3 al 7]. c) Retoma los elementos básicos de los que se compone el amor [Capítulos 8 al 20]. d) la relación entre el fin de la relación amorosa con el olvido y la muerte, parte ontológica [Capítulos 21 al 28]. e) Pecado y castidad [Capítulos 29 y 30].
    [Prólogo] El libro se inicia con un prólogo en el cual el autor explica por qué se decidió a escribir este libro, y cuenta cómo surge de una pregunta que le realiza un amigo y que intenta responder con el tratado, es una especie de excusa autorial, dado que además pide disculpas por tratar un tema tan liviano e intrascendente (es falsa modestia). Después explica la estructura del texto, mostrando cómo va hablar de aquello que ha visto, aquello que ha oído, lo que conoce por sus lecturas y lo que ha vivido; sin usar historias de otras fuentes bibliográficas (reflexión metanarrativa).
    [Poemas] Los poemas son muy importantes en este libro, dado que todo el tiempo aparecen con las poesías una serie de referencias metatextuales en la cuales el autor explica (muchas veces) cómo hizo el poema, a qué se refiere y cómo lo hizo; es decir, toda la poesía del libro aparece insertada con un marco de autoría y de producción. Desde el inicio del libro, el autor explica que es un muy buen poeta y que lo demostrará intercalando poesías en cada uno de los apartados que hace. En otro de los apartados, el autor halaga sus propios poemas como objetos de perfección y belleza; estos poemas siempre aparecen en primera persona (a pesar de que a veces se refieren a cosas que ocurren a otros) y en algunos casos hacen referencia a la religión, a acciones teológicas a reflexiones sobre la conexión de dios y el amor, y al convencimiento que es necesario hacer el bien para acabar con los actos en contra de otros.
    [Historias] Hay historias que se encadenan con otras historias a partir de la subordinación de los niveles narrativos. Así, a la manera de Las mil y una noche, una historia se encuentra encajonada en la siguiente que se va cerrando a medida que los niveles narrativos ascienden de nuevo. En algunos casos, estas “cadenas de autoridades” remiten a sabios (hasta Alá) que, claramente, se enmarcan en una tradición intelectual en la que se enmarca.

    [Reflexiones] Las reflexiones responden a los títulos de cada una de los capítulos y establecen un diálogo muy fuerte con lo que será toda la literatura medieval posterior. Así, las señales del amor (cap. 2) establece las particularidades de lo que después será el amor cortés: una amada alejada, se sabe de sus palabras pero no de su presencia, se convierte en vasallo de su dama, hay soledad y sufrimiento, y se centra en detalles que pueden producir celos. Otro caso es el de los mensajeros (caps. 9 y 17), en donde aparece una descripción similar a la que se hace en el libro del Arcipreste de Hita, y que describe las mejores características de un buen mensajero o un buen amigo favorable, lo que recuerda también a La celestina, de Rojas. En otras ocasiones se describe la diferencia entre un amor público y un amor privado y las prohibiciones que trae consigo el amor (Cap. 2): la sexualidad, la carnalidad, el deseo desaforado; todo esto en contra del amor puro y de la castidad (Cap. 30) del idealismo.

  2. 014.
    Autor: San Agustín (Agustín de Hipona).
    Título: Confesiones. – {398} [España: RBA Proyectos, 1983].
    San Agustín puede ser considerado el primer gran filósofo medieval; su obra está en el momento intermedio entre la finalización del imperio romano y el inicio de la Edad Media. Las Confesiones, su obra más conocida, es un texto dividido en 13 libros, que es fundacional en muchos sentidos: entre otras, es un libro que logra unir en un mismo espacio conceptual el pensamiento neoplatónico medieval con la fe cristiana y, además, usa la primera persona como una forma de elaborar, en una pluralidad de sentidos, las formas narrativas de la biografía, la confesión, la auto-referencialidad, la memoria, la auto-ficción, etc. Este uso narrativo, hace de Las Confesiones el primer texto autobiográfico conocido, señalando no solo un tipo de escritura autobiográfica (lo cual será importante para críticos como M. Abrams), sino planteando dos formas de confesión: una externa que narra las acciones de transformación, y una interna en la cual se cuenta una biografía espiritual del sujeto.
    Es necesario entender que en este libro se transforma radicalmente la idea de una filosofía del yo (base de la filosofía moderna), la cual paradójicamente surge desde las preguntas de la teología. Al aparecer un hombre que se piensa a sí mismo pensando, toma un lugar de autoconciencia y aparece la pregunta por el lugar que tiene Dios en ese conocimiento del yo. Si bien hay una serie de preguntas hermenéuticas por la interpretación de lo sagrado, la cuestión final se centraría en el paso de la naturaleza al yo, y desde ahí a la trascendencia de Dios. Esta filosofía es posible gracias a la combinación afortunada que Agustín hace del pensamiento neoplatónico medieval y de la teología cristiana. Cuando Agustín escribe este libro el cristianismo es ya la religión oficial del imperio romano que está en decadencia, pero necesita una visión que plantee la trascendencia a partir de la lógica, lo que encuentra en las revaloración que se están haciendo de idealismo platónico. Incluso retoma del platonismo una concepción de la literatura y las artes como elementos distractores del conocimiento (critica la pérdida de tiempo que representa leer a Virgilio, o ve el teatro como un “delirio miserable”). Además, logra crear en este momento una imagen que necesita la religión: la imagen del peregrino (que posibilita ideológicamente las cruzadas); así Agustín es el peregrino del conocimiento, para lograr la llegada a Dios, a la belleza y a la verdad. Así el peregrino se construye como un sujeto que no solo viaja a diferentes partes para lograr el conocimiento, sino que viaja hacia adentro, lugar donde encuentra la representación de lo divino.
    En este libro, Agustín de Hipona hace una confesión (en varios sentidos de la palabra): aquel que da fe, aquel que habla de sus errores para congraciarse con Dios, o aquel que cuenta su vida. En este libro, San Agustín habla principalmente de todo el camino de saber que tuvo que recorrer para encontrar una verdad que lo acercara al conocimiento de Dios. Así, narrativamente el libro se inicia con las primeras preguntas que se surgen sobre la finalidad de su vida en la infancia, y termina con su conversión al cristianismo después de una epifanía que le explica una verdad revelada. En ese camino, Agustín de Hipona cuenta de su búsqueda de la verdad en tres momentos específicos: su unión a los escépticos (lee a Cicerón y se cuestiona sobre la naturaleza del mal), su adscripción a los maniqueos (sigue la pregunta por el mal, pero esta vez desde su contraposición a un bien que tiene una equivalencia en la realidad material); y finalmente con las enseñanzas del neo-platonismo (desde el idealismo, con su acercamiento a San Ambrosio y su ulterior conversión). Quizá sea la escena de la conversión el momento más reconocido de todo el texto; en este momento se narra cómo Agustín se encuentra en una plaza, leyendo el nuevo testamento, y escucha a un niño que canta; en el canto del niño, logra escuchar la frase “toma y lee”, ante lo cual abre la Biblia y se encuentra con un pasaje de San Pablo que le muestra que la verdad no pasa por lo material, sino por lo espiritual.
    Agustín de Hipona funda una de las dos corrientes filosóficas que sustentarán todo el pensamiento filosófico de la Edad Media (el otro es el pensamiento Tomista). Para Agustín, la relación entre la fe y la razón no son equitativas, dado que es necesario creer para comprender (contrario al pensamiento racional moderno). Para Agustín no es posible llegar a una verdad a través de una racionalidad pura, por lo que es necesario primero creer y tener fe, para que el razonamiento llegue después a la misma conclusión; si hay desavenencias entre la fe y la razón, la causa es una falla en la razón que se debe revisar. Desde ese lugar, busca a Dios y crea la imagen que implantará en todo el medioevo de un Dios totalmente bueno, omnipresente, omnipotente, etc. A pesar de esa imagen del Dios todopoderoso, Agustín se pregunta por la forma en la cual es posible alcanzarlo o comprenderlo. Ahí establece uno de los momentos más importantes de su filosofía: para él, Dios no está por fuera de mí, sino que lo comprendo a partir de la comprensión de mí mismo; por lo tanto al comprenderme a mí (y por lo tanto, al comprender la forma en la cual obtengo mi conocimiento, conoceré a Dios; además, ratificaré la perfección de Dios cuando entienda cómo todo es tan perfecto que solo puede ser causa de un Dios absoluto (de ahí la primacía de la fe).
    Los dos grandes temas de Las Confesiones de Agustín de Hipona, serán la memoria y el tiempo. Para desarrollar estos dos conceptos, Agustín crea una variación del diálogo platónico en el cual él es a la vez quien pregunta y quien responde; hay un diálogo propuesto entre su razón y su alma en la mitad del cual está la intervención de Dios. Al preguntarse por el tiempo y la memoria, Agustín apunta al origen, el significado y el porvenir del hombre. Para Agustín tiempo, memoria e intelecto; forman parte de una entidad dialéctica que abarca lo humano y lo divino. El tiempo: al inicio de la pregunta por el tiempo Agustín parte de la contraposición entre una eternidad divina y un tiempo humano que trascurre; así hace la primera gran división de su concepto de tiempo: el tiempo universal (la cual tiene una memoria universal que se encuentra en cada sujeto) y el tiempo interior (que tiene una memoria interior, subjetiva que permite sentir el paso de lo que ocurre). El tiempo universal es concebido como un tiempo del cual no podemos dar fe (porque tenemos una memoria limitada), pero que está contenido en nuestro interior, por lo cual está en nuestro interior la eternidad divina, en forma de memoria; por otro lado, la memoria no puede contener la eternidad (seríamos eternos) y en ese exceso que permite recordar todo está la prueba de nuestra conexión con Dios. Un segundo elemento importante del tiempo para Agustín es la concepción del tiempo como un presente puro; para él el pasado solo existe como memoria del presente y el futuro como esperanza del ahora, por lo cual si bien el tiempo es una eternidad del alma, el tiempo del hombre es solo el del presente: aquello que “es”, con todo lo que contiene. Concluye con el concepto de qué es lo presente, lo cual define como aquello que es indivisible, porque si se pudiera dividir se podría considerar la existencia de un pasado y de un futuro.
    [Argumento] Se puede dividir este libro en tres grandes partes: una primera (libros 1 al 9) en donde narra su camino de conocimiento hasta la conversión; la segunda parte (10 al 12) hace una reflexión sobre la forma en que el hombre puede conocer y analiza conceptos como el tiempo y la memoria, la tercera parte (libro 13) es una interpretación de algunos apartados del génesis. Los libros en los cuales está más clara su propuesta filosófica son los de la segunda parte.
    [Libros 1-3] Narra su infancia, cuenta de una grave enfermedad y de picardías de su infancia (como el robo de unas peras) los cuales los ve como pecados. Inicia su educación en Cartago.
    [Libros 4-6] Inicia su educación filosófica con la lectura de Cicerón, cuenta la vida amorosa y amistosa de su juventud. En estos libros narra su adscripción a la filosofía maniquea y la decepción que sufre. Inicia, además, su interés por los neoplatónicos de la mano de los sermones de San Ambrosio.
    [Libros 7-9] Ya al final se desarrolla su educación neoplatónica que cambia su visión de Dios, del mal (ya no como sustancia) y del cristianismo. Se produce la conversión y decide ser casto (última acción que le faltaba para ser cristiano). Al final se retira de las clases, es bautizado y su madre muere.
    [Libros 10-11] Explicación de la forma en que funciona la memoria y el tiempo.
    [Libros 12-13] Discusión de apartados del génesis y los significados alegóricos de algunos términos usados ahí.

  3. 025. Autor: Dante Alighieri.
    Título: La Divina Comedia. – {1304/21} [Barcelona: Planeta, 1997. 376 pp].
    La Divina Comedia es el libro fundacional de la lengua y la cultura italiana, es una de las obras fundamentales de la literatura universal. Dividido en tres partes, es un poema que define de manera clara el paso del pensamiento medieval al humanista; al transformar la visión del mundo y, en su lugar, poner los tres espacios religiosos de la visión Ptolemaica del mundo que tiene al hombre como centro del proceso de vida y redención. Además fue una obra escrita en dialecto toscano, lo que hizo que se acuñara con esta obra el lenguaje italiano hasta consolidarse como el lenguaje oficial de todo el país. El poema está conformado por 100 cantos que se dividen en 33 cantos por parte, más el canto introductorio. Toda la obra está construida a partir de los significados de los números, los números 3, 10 y 12 son centrales porque forman parte de la cosmogonía simbólica cristiana. Toda la obra está armada a partir de símbolos que aluden al conocimiento medieval en todos sus aspectos: matemática, astronomía, religión, literatura, artes, etc.
    Esta obra, escrita en tercetos ha sido leída a partir de variadas formas: hay una posible lectura literal, la cual retoma el argumento de las cosas que le ocurren a Dante, una histórica que se enmarca en las luchas entre güelfos y gibelinos en Florencia y una alegórica, en la cual cada elemento que aparece en la obra señala otra cosa que está relacionada con la construcción cosmogónica de un mundo, de un universo y de un pensamiento. Un ejemplo de esta lectura alegórica es ver a los tres personajes principales como encarnaciones de tres conceptos que conforman el mundo: Dante es la humanidad; Beatriz representa la fe; y Virgilio es la razón. Otra lectura de estos personajes es la relación Dante-Virgilio, la cual puede ser interpretada como un patronazgo de Virgilio sobre Dante, pero una superación de Dante que sí logra ver el paraíso (cosa que no logra Virgilio). Escrita en primera persona, La Divina Comedia juega con las formas narrativas al mostrar a tres Dantes: uno escritor, otro narrador, y un último personaje; esta triada es la triada narrativa más interesante del libro, dado que se empieza a jugar (desde el nivel alegórico) con elementos de las formas de elocución y de construcción de personajes e individualidades.
    Dada la complejidad de los cientos de personas que aparecen en este libro, se recalcarán algunas escenas a las cuales se adjuntará, al final, un mapa de los círculos, las gradas y las nubes de cada uno de los espacios divinos. Para Borges, hay dos escenas principales en la Divina Comedia, la primera de ellas es el diálogo entre Paolo y  Francesca que se encuentra en el canto V (segundo círculo, los lujuriosos). En este círculo, el castigo es que los amantes son empujados por un fuerte viento que los hace chocar entre sí (así como fueron llevados por la pasión). A pesar de la gran cantidad de héroes famosos (Dido, Helena, Aquiles Paris), Borges se centra en Francesca y Paolo, dos personajes cercanos a la época de Dante. Para Borges llama la atención este episodio porque cuando habla Francesca (Paolo no puede hablar), lo hace no desde el arrepentimiento, sino desde la posibilidad de pasar la eternidad con su amor (sigue siendo fiel a su pecado, dice). Ante esta confesión, Dante pide que le cuente la historia de cómo se dieron cuenta que estaban enamorados, Francesca responde que lo descubrieron leyendo la historia de Lanzarote, y le comunican a Dante algo que él nunca logrará: el amor de su amada. Esto escinde la obra porque muestra que Dante se solidariza con los amantes, es decir: no tiene por qué estar de acuerdo siempre con Dios. El segundo momento que recalca Dante está en el Canto XXVI, y es el encuentro con Ulises, que está en la bolsa de los embaucadores. Ulises se encuentra en este lugar por el engaño realizado con el Caballo de Troya. La conversación que los dos tienen, refiere Borges, es sobre la muerte de Ulises; quien le cuenta que en su vejez hizo un nuevo viaje más allá de las columnas de Hércules, lugar en el cual encuentra una montaña gigantesca (que es el purgatorio). Borges señala cómo esta observación tiene que ver con la sabiduría, con acercarse por medio del viaje a aquello a lo que no puede acceder; recalca a Ulises como un sujeto que elabora desde el riesgo el pecado que lo condena, pero la imagen que observa y lo salva. (¿?)
    Argumento:
    [Primeros tres cantos] A los 35 años, Dante camina por un bosque cuando tiene una visión y ve una sombra. La sombra es Virgilio, quien le promete que lo llevará a las puertas del cielo, después de recorrer el infierno y el purgatorio. Virgilio le cuenta a Dante que una mujer llamada Beatriz ha intercedido por él para que logre salir de esa selva oscura llena de monstruos (junto con la ayuda de Lucía y Raquel). Al notar que tres mujeres intercedían por él, Dante decide emprender el viaje con Virgilio quien lo lleva a las puertas del infierno. En ese lugar encuentran a Caronte quien, muy a pesar suyo, lleva a Dante a la entrada del infierno.
    [El infierno] Está organizado en nueve círculos, y el orden de los pecados está dictaminado por la ética de Aristótelese, para el cual el mal estaba jerarquizado por el uso de la razón. La forma en que se construyen los castigos es a través de la contraposición de lo que cometieron los pecadores: en los primeros círculos 5 están los que pecaron sin el uso de la razón, por pasión son los pecados de auto-indulgencia (lujuria, gula, avaricia, ira); en los segundos (2) los que actuaron con un poco de raciocinio pero aún motivados por lo incontrolable (violentos) y finalizan los que tuvieron que razonar para pecar, son los pecados de la perversidad (fraudulentos, traidores). El mayor mal del pecador del infierno es sentir la lejanía de Dios y saber que nunca podrán tener acceso a su visión. {El círculo +1, es el de los que nunca se comprometieron a nada: están a orillas del Aqueronte siendo perseguidos por abejas y tratan de tomar una bandera blanca. Persiguen algo vacío y deben moverse eternamente}
    Círculo 1: Limbo. Los no bautizados, los que no supieron de Dios (No son castigados, ausencia de Dios) Todos los antiguos escritores (Homero, Horacio, Ovidio), filósofos (Sócrates, Aristóteles), etc.
    Círculo 2: Lujuria. Empujados por un fuerte viento que los hace chocar entre sí. Personajes amorosos (Helena, Paris, Tristán, Aquiles). Paolo y Francesca*
    Círculo 3: Gula. Sordos por los ladridos de cancerbero (quien los destroza), batidos con lluvia y granizo.
    Círculo 4: Avaricia y derrochadores. Avanzan en sentido opuesto cargando grandes pesos. Al encontrarse se recriminan y siguen en un círculo eterno. Han perdido su individualidad, no habla con nadie.
    Círculo 5: Ira y pereza. Los iracundos se destrozan entre sí enterrados en el Estigia. Los pecadores perezosos están enterrados en barro contra el que luchan en vano. Personajes de Florencia, güelfos.
    -Círculo 6: Herejes. Negaron la inmortalidad, deben yacer en sepulcros encendidos en llamas. Hay una pelea entre dos pecadores, uno güelfo y un gibelino; (está el padre de Guido Cavalcante).
    -Círculo 7: Violentos. Tres tipos: los que se dejan llevar por la violencia (hundidos en el río), los suicidas (transformados en árboles-escena de la rama sangrante), y los violentos contra Dios y la naturaleza: blasfemos, sodomitas y usureros (en un desierto reciben una lluvia de fuego).
    --Círculo 8: Fraudulentos. Se encuentran en malebolgie, que tiene diez bolsas. Rufianes, aduladores, de la simonía, brujos, corruptos, hipócritas, ladrones, mentirosos, “carboneros” dividen a las personas, falsificadores.
    --Círculo 9: Traidores. Engañan a alguien cercano, enterrados en hielo hasta la cara, cada vez más profundo. Dividido en cuatro zonas: Caínia (familiar); Antenora (ciudad); Ptolomea (huéspedes); Judeca (benefactores).
    Centro del infierno: Satanás, Bruto, Casio y Judas.
    [El Purgatorio] Se divide en tres grupos: antepurgatorio (base), purgatorio y paraíso terrestre (cima). Al inicio están pecados que se causaron por un mal amor (3 gradas), después los que pecaron por descuido (1 grada) y finalmente los que pecaron por amar excesivamente (3 gradas). Aquí ya no se siguen las ideas de Aristóteles, sino las de Santo Tomás: los pecados realizados por el amor mal dirigido. Se divide en siete giros o gradas, los cuales hacen referencia a los siete pecados capitales. Dante recorre el camino del pecado más grave al más leve (se acerca a Dios), no es un abismo sino una montaña, dado que tiene una imagen especular a la del infierno. Las entradas de cada círculo son cuidadas por ángeles que tienen las siete virtudes teologales. Los pecadores del purgatorio están salvados, pero deben expiar sus culpas recorriendo toda la montaña, hacen una peregrinación. En el purgatorio los pecadores hacen un proceso de expiación, reflexión y arrepentimiento. El purgatorio tiene siete gradas (más dos de base y llegada).
    Ante purgatorio: La base, el antepurgatorio, es la de los arrepentidos tarde y los excomulgados. Deben esperar ahí el tiempo que vivieron o que rechazaron a Dios.
    Grada 1: Orgullo. Hay estatuas de humildad. Tienen grandes pesos en sus espaldas.
    Grada 2: Envidia. Hay historias de generosidad. Tienen los ojos cosidos con alambre y túnicas grises.
    Grada 3: Ira. Hay visiones mentales de mansedumbre. Hay una nube oscura que no los deja ver.
    -Grada 4: Pereza. No hay visiones, todo pasa muy rápido. Deben correr sin cesar.
    --Grada 5: Avaricia. Van atados de pies y manos, tienen la cara contra el suelo. Aparece Estacio quien será su guía posteriormente en el Paraíso.
    --Grada 6: Gula. Los ejemplos están dados por voces entre los árboles. Están delgados por el hambre, tienen alimentos alrededor, pero no los pueden tomar.
    --Grada 7: Lujuria. Deben pasar a través de una pared de llamas. Atraviesan dando ejemplos de los dos lados.
    Paraíso terrenal: Lugar de la inocencia antes del pecado original. Aparece una procesión alegórica de la historia de la humanidad, Virgilio se aparta del lado de Dante, y aparece Beatriz como nueva guía.

    [Paraíso] Mundo inmaterial, dividido en nueve cielos o esferas; sus nombres están referidos a los siete planetas del sistema solar, a los cuales se añaden las estrellas fijas y el motor inmóvil. La entrada de Dante al paraíso –empíreo- se hace de la mano de Beatriz; lugar donde encuentra almas beatas con quienes habla. Si bien todas están santificadas, su lugar en el cielo se debe a qué tan cerca están de Dios (aunque todas las almas pueden verlo sin problema). Todas las almas están en la cuenca de la rosa mística, pero aparecen en el cielo a partir de juegos celestes para que sea más fácil la comprensión de Dante de lo que sucede en ese lugar. La división del purgatorio se hace en tres momentos: primero fallas en tres virtudes cardinales (justicia, templanza, coraje), segundo quienes tienen ejemplos positivos de las cuatro virtudes cardinales (+prudencia), y finalmente ejemplos de las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
    Esfera 1: Luna. Inconstantes. Asociadas a las fases de la luna. Personas que abandonaron sus votos monásticos.
    Esfera 2: Mercurio. Ambiciosos. Quisieron hacer el bien, pero fallaron por su ambición y fueron injustos.
    Esfera 3: Venus. Amantes. Quienes en sus amores desaforados no supieron mantener la templanza, moderación.
    -Esfera 4: Sol. Sabiduría, prudencia. Veinticuatro luces que giran alrededor de Beatriz y Dante.
    -Esfera 5: Marte. Dan su vida por Dios. Coraje. Miles de estrellas que forman una cruz griega en Marte.
    -Esfera 6: Júpiter. Justicia: están los reyes justos. Las almas forman la frase “justicia del amor que juzgas”.
    -Esfera 7: Saturno. Contemplación, templanza. Dante habla con un cardenal, sobre la predestinación y la iglesia.
    --Esfera 8: Estrellas fijas. Fé, esperanza y amor. Varios santos interrogan a Dante sobre estos tres aspectos.
    ---Esfera 9: Primer móvil, aquel móvil que Dios mueve directamente y que produce el movimiento del universo entero. Hogar de los ángeles, Dante ve a Dios rodeado de nueve círculos de Ángeles. Beatriz directamente explica la creación del universo.
    Empíreo: El paraíso finaliza con el empíreo, hogar de Dios. En este lugar sin existencia física, Beatriz es hermosa, la luz es cegadora y Dante puede ver a Dios. Es una rosa enorme en la cual están todas las almas que ha visto y la cual está rodeada de ángeles. Beatriz toma su lugar y Dante contempla a Dios con ayuda de San Bernardo, su nuevo guía. Dios es representado con la forma de tres círculos idénticos que ocupan el mismo espacio (el padre, el hijo y el espíritu santo). Al final, Dante entra en total armonía con el amor divino.
    [Personajes] Los personajes que van a guiar toda la obra son:
    Dante: autoreferencialidad, se convierte en personaje de sí mismo. Narra, siente y juzga.
    Virgilio: guía máxima de Dante por el infierno y el purgatorio, muestra y juzga a veces.
    Beatriz: amada de Dante; pide ayuda a Virgilio para que lo guíe por el infierno. Se encuentra con él en el Paraíso terrenal; guía al poeta por el Paraíso.
    Estacio: En la quinta grada del purgatorio (avaricia) se ofrece como compañía al tener su pena purgada.
    San Bernardo: Guía a Dante por el Empíreo cuando Beatriz se retira, y hace que contemple el fulgor divino.

  4. 028. Autor: Giovanni Boccaccio.
    Título: El Decamerón. – {1351} [Madrid: Club del libro, 1997. 376 pp-Tomo 1]. {Dos tomos}
    El Decamerón es uno de los más importantes libros de relato enmarcado que se escribieron en Europa. A diferencia de otros textos leídos como Cuentos de Canterbury o El conde Lucanor, Boccaccio ya contaba con una lengua propia la cual tuvo su punto más alto con este autor y con Dante. Boccaccio, junto con Dante (a quien le rindió culto) y con Petrarca (de quien fue amigo) conforman el momento más importante en la literatura italiana medieval; fundando las bases de un valor en la literatura que tuviera una alta carga moral y que revalorara las letras clásicas. Al igual que otros libros de relato enmarcado, se trata de un conjunto de historias (100 en total, divididas en 10 historias contadas en 10 jornadas) con un marco de composición narrativa, que permite la cohesión de los cuentos. El Decamerón se puede leer como una de las mejores compilaciones de cuentos que recoge todos los tipos y estructuras de historias medievales romances: aventuras amorosas (fablieaux), historias trágicas (lamentos), historias de amor (novela cortesana), cuentos fantásticos (orientales), historias de viajes (cuento florentino). Todas estas historias se encuentran organizadas metódicamente por una progresión continua que va del vicio, la crítica a los poderosos y lo terrenal (en la primera jornada); a lo ideal, virtuoso y místico (en la última jornada, con el personaje de Griselda: una especie de mujer-Job fiel a su esposo). Es a partir de esta estructura que Boccaccio logra dar una direccionalidad a su libro, convirtiéndolo en un libro de didactismo moralizante y retórico; y muestra cómo el hombre es dirigido por fuerzas que escapan a su poder, tanto las fuerzas de los vicios o del amor enfermo, como las virtudes, la fortuna y el buen amor. Los temas principales en los cuales se mueve esta progresión son: el amor, la inteligencia (o el ingenio) y los vaivenes de la fortuna.
    Uno de los elementos más importantes de este texto, es la forma en la cual el autor italiano construye el marco: en El Decamerón, hay una introducción general y una introducción por cada jornada, las cuales remiten a una historia muchísimo más compleja que las usadas anteriormente. En esta, Boccaccio narra las consecuencias que tuvo la epidemia de peste bubónica en Italia, y describe de manera pormenorizada, las transformaciones sociales, religiosas, sexuales y familiares que esta enfermedad causó en Florencia. Boccaccio fue testigo de todo lo que narra en la introducción del texto y pone especial énfasis en los comportamientos más cercanos al disfrute de la vida, del instante (Carpe diem), que a una queja por la muerte. Es así que para Boccaccio la huida, el encierro, o el divagar; tienen un fondo en común: la posibilidad de vivir sin las normas sociales impuestas (principalmente al sexo). [nota mental: tiene mucho que ver con los libros post-apocalípticos]. Esta visión hedonista del mundo se complementa con el propio marco narrativo, para el cual Boccaccio elige a diez jóvenes adinerados y galantes que tienen la opción de salir de la ciudad para contar las historias. Una de las marcas estructurales que usa Boccaccio, y que no había sido usada antes en los relatos enmarcados, es el múltiple desplazamiento de las formas narrativas: hay un narrador que cuenta lo ocurrido en Florencia (autor), un narrador que cuenta el orden en que se contarán las historias, y los narradores de las historia propiamente dichos (los jóvenes). Cada narrador se abre y se cierra explícitamente para dar una estructura clara y ordenada a toda la obra.
    En este marco ya se puede ver cómo para el autor el mundo está compuesto de una serie de dicotomías que marcan lo social: la peste y la bondad, la virtud y el vicio, la belleza y la podredumbre. Estas dicotomías no solo son contrapuestos sino que forman parte de una misma estructura: el mundo se compone de cosas bellas como de cosas terribles, pero siempre es posible elegir qué ver. Es por esto que el autor decide entrar en lo hedonista y narrar historias de tono amoroso-cómico y erótico, con juegos de palabras y cambios de lenguaje. Otros no ven este viaje como una evasión sino como un acto de purificación que tienen los jóvenes al salir de la ciudad llena no solo de peste, sino de vicios (los vicios han producido la peste como castigo divino); sino que se limpian en el contacto con la naturaleza y la literatura (historias). Otro de los cambios que tienen estos jóvenes es pasar del caos de la ciudad libertina a una organización monárquica pero democrática.
    En lugar de desarrollar un texto netamente moralizante o didáctico, a Boccaccio le interesa la galantería, la evasión el gusto por lo hedonista, el lujo y la tranquilidad. Es esta la actitud que toma frente a la peste y la que mantendrá durante todo el libro. Si bien hay muchos elementos críticos y morales, no es este el principal propósito del libro, el cual describe al inicio como de divertimento y de distracción para las mujeres. Por ello los jóvenes son claramente burgueses que son el nuevo grupo social de poder en Italia, y son quienes viven el paso de una sociedad netamente medieval caballeresca, a una sociedad burguesa del medioevo tardío: ya no son caballeros de hazañas heroicas, sino caballeros de mucho ingenio en las palabras. La religión, incluso, funciona no como ideología a seguir sino como espacio de depravación y vicio. Por su parte, el amor ya no es un amor cortés que es idealizado sino que es sexual y carnal; los personajes no son caballeros nobles, sino personas del común llenas de vicios y con comportamientos malsanos (incluyendo los sacerdotes); se trata ya de una literatura profana que desacraliza pensamientos, símbolos y personajes que en la literatura del medioevo temprano no eran criticados, sino idealizados.
    Argumento:
    [Prólogo] Texto corto en el cual Boccaccio define el lector que busca para su texto: las mujeres; por otro lado, define su papel como escritor y las razones por las cuales decide escribir el libro. En este prólogo Boccaccio se define como alguien que tuvo amor loco y enfermo, pero que se pudo curar a través del diálogo. Esta razón lo llevó a escribir el libro, para distraer a las damas enamoradas que sufren en silencio y están encerradas en sus casas (contrario a los hombres que tienen más libertad). El amor es visto como prisión, como locura, como enfermedad; agradece el amor porque al liberarlo de sus cadenas, le ha permitido escribir este libro.
    [Jornada I. Introducción] Esta introducción inicia con la voz del poeta describiendo de manera extensa la peste que ocurrió en Florencia en el año de 1348, y los cambios sociales que acarreó. Después se centra en las historia de siete mujeres galantes y jóvenes (cuyos nombres falsea) que, en una charla en la iglesia, deciden salir de Florencia para evitar el paisaje ruinoso y mortal que trajo consigo la Peste. Las mujeres dudan de este plan propuesto por Pampinea porque no está bien visto que salgan sin hombres. Por coincidencia aparecen en la iglesia tres jóvenes (novios de tres de las damas), quienes se unen a los planes propuestos por las mujeres. Una vez salen los jóvenes proponen pasar unos días de descanso y de evasión con danzas, cantos y contando historias. Elegirán entonces un rey/reina por día quien organizará todo y dirá qué van a hacer. La primera elegida es Pampinea que decide que al final del día contarán cada uno una historia que busque distraer y evadir todo lo que ocurre alrededor. Todos están de acuerdo y así se inicia la primera jornada.
    [1. La confesión de Ciappelletto: Pánfilo] El cuento inicia y termina con una admonición a Dios, al cual se encomienda el narrador. Narra la historia de Ciappelletto: asesino, ladrón y mal hombre. Después de un viaje a Borgoña, por el cual debe reclamar un dinero, Ciappelletto enferma y cae en cama. Los hospederos no saben qué hacer con él; el hospedado les aconseja traer un sacerdote que escuche su confesión. En la confesión Ciappelletto miente y se muestra como un santo, el sacerdote le cree y con el tiempo Ciappelletto se convierte en un santo. En este cuento se narra no solo el proceso de la confesión, sino los posibles pecados en que puede caer un hombre y la posibilidad del engaño a los sacerdotes en este proceso.
    [2. Los singulares motivos de Abraham: Neifile] El cuento narra la conversión del judío Abraham al cristianismo después de un viaje a Roma el cual hizo convencido por su amigo Giannotto. Lo que convence a Abraham es ver cómo desde el papa, hasta los obispos son personas que tienen vidas licenciosas y cómo, a pesar de eso, la religión cristiana sigue aumentando; eso le hace pensar que seguramente es la verdadera.
    [3. Los tres anillos y las tres religiones: Filomena] El rey sarraceno Saladino necesita dinero y decide pedirlo prestado al judío Melquisedech, para ello quiere engañarlo preguntándole cuál es la mejor religión si la sarracena, la judía o la cristiana. A esta pregunta, el judío responde con una historia que narra cómo un padre quiere dar a su hijo un anillo porque es el preferido; al no tener un preferido, manda a hacer dos anillos más iguales para demostrar que todos lo son; Melquisedech dice que igual pasa con las religiones. Saladino admira su sabiduría y hace negocios lícitos con él.
    [4. Un castigo esquivado: Dioneo] Un monje lleva a su celda a una muchacha y se acuesta con ella, El abad lo descubre y piensa acusarlo y llevarlo al calabozo. El joven monje se da cuenta y trama un truco para el Abad: sale de su celda y deja que el Abad entre y se acueste con la muchacha. Ya una vez le ha comentado al Abad que cometió el mismo pecado, se salva de su castigo. Se dice que después llevaron a la muchacha muchas más veces.
    [5. Una comida de gallinas: Fiammeta] Inicia con la reprensión a Dioneo por contar cuentos de contenido sexual, no aptos para mujeres. En este cuento se dice cómo el rey de Francia se enamora de una marquesa al escuchar de su belleza. Cuando llega a su casa, nota que la marquesa solo ha servido platos de gallinas, ante la pregunta de la razón de esto, la marquesa responde que todas las mujeres son iguales así se vistan distinto. El rey nota lo que le quiere decir y prefiere irse y seguir su camino apagando su pasión.
    [6. Ciento por uno: Emilia] Un inquisidor que es sumamente avaro, se empeña en condenar a los ricos para sacarles dinero. Así, se entera que un hombre rico ha relacionado a Dios con el vino y aprovecha para acusarlo y sacarle dinero. Posteriormente, en una cena, el hombre le narra cómo ha interpretado las palabras de la Biblia “ciento por uno”, con lo que el sacerdote queda mal frente a todos. Le dice al hombre que mejor no vuelva nunca más.
    [7. Una reprimenda ingeniosa: Filostrato] Cuenta la historia de Can della Scalla quien propone que hará una fiesta; sin razón la cancela y envía a todos los invitados a casa con un suntuoso regalo, excepto a uno: Bergamino. Bergamino gasta todo porque espera por días el regalo de Scalla. Un día se encuentran los dos y Bergamino le cuenta a Scalla la historia de Primarso (cambio de nivel narrativo). La historia de Primarso es una analogía de lo que le pasa a él, pero con final feliz. Scalla entiende la historia y lo que quiere decir con ella y compensa a Bergamino por toda su espera.
    [8. El avaro corregido: Lauretta] Más que una historia en este cuento se recrimina el trabajo que tienen los gentiles en ese momento al compararlo con el que hacían antes. Mientras antes ayudaban a la gente, en ese momento se dedicaban a decir mentiras y hacer pelear a las personas. La historia es la de un avaro que se encuentra con un gentil y ante una pregunta por una pintura, le responde con un juego de doble sentido. El avaro, al final se corrige y se vuelve “liberal”.
    [9. La gascona y el rey de Chipre: Elisa] Historia muy corta: una mujer es ultrajada en Chipre, al n encontrar justicia piensa acudir al rey que es un indolente (solo se interesa por lo que le pasa a él). Se presenta la mujer ante el rey y le dice que le muestre cuáles son sus dolencias para pasar mejor las de ella. El rey recapacita y se convierte en un rey justo.
    [10. Los burladores burlados: Pampinea-reina-] El cuento inicia con el consejo de la prudencia al hablar y la narradora habla sobre la inteligencia de las mujeres. La historia en sí es la de un viejo (Alberto) que se enamora de una viuda (Margarita). Las amigas de margarita intentan hacerlo pasar pena diciéndole que está muy viejo y que ella tiene pretendientes jóvenes; Alberto comenta que aquello que está aún verde tiene mal sabor, como pasa con la cebolla; todos celebran y Alberto gana el amor de Margarita.
    [Jornada I. Conclusión] Se cierra el reinado de Pampinea, pasa su corona de laureles a Filomena quien sigue todos los preceptos dictados por la primea reina, excepto uno: limitará el tema a uno solo, en su caso: los devaneos de la  fortuna, con un final feliz. Solo Dioneo pide que su tema sea libre. Cantan, bailan, van a dormir.
    [Introducción a las otras jornadas] Todas las jornadas tienen introducciones cortas en las cuales se desarrolla un tema específico a contar en ese día, la designación del rey/reina, alguna descripción del paisaje, de la naturaleza o de los espacios galantes donde se cuentan las historias. Es diferente la introducción a la cuarta jornada, en la cual aparece la voz del autor y aclara varios elementos: insiste en que escribe para las lectoras, muestra que su obra ha recibido críticas, responde a las críticas y cuenta un fragmento de historia con el cual sustenta la idea de que el amor y admirar a las mujeres es natural y no un pecado o un vicio. Las críticas y las respuestas que da las hace sobre los siguientes tópicos: no debería alabar tanto a las mujeres, la falsedad de lo que cuenta, el que va a morir de hambre con estos escritos.
    [Jornada X. Comentarios generales] El gran tema de la jornada X es la magnanimidad. En esta jornada, se cuentan historias de grandes hazañas de valor, nobleza e inteligencia, funciona como la contraposición de la primera jornada. Algunos personajes se repiten de la jornada I (Saladino). En todos estos cuentos es posible ver un afán reaccionario de Boccaccio, el cual reafirma las diferencias de género, de raza, de religión y de estatus social; pareciera decir con esto que la nobleza y la magnanimidad se dan con el mantenimiento del statu quo; que para Boccaccio es el de la antigua burguesía (que extraña melancólicamente) porque ve en su época que incluso los gentiles y nobles se han corrompido por la sociedad.
    [Conclusión] Al igual que ocurre en la jornada 4, el autor habla sobre sus críticos y propone una especie de poética del libro. Es necesario usar un lenguaje honesto (así el tema no lo sea), usar una forma apropiada que produzca divertimento, los espacios elegidos para crear el marco son los ideales para contar este tipo de historias, se debe intentar sacar lo mejor de cada texto. Todo esto para sustentar que su libro tiene varias interpretaciones pero la mejor es la que deja algo que aprender, cosa para la que ha dispuesto todo el autor; el lector así, puede dejar de leer algunos cuentos, o criticarlos. Añade elementos de autoría (él solo los escuchó y compiló); y propone una necesidad de la literatura de hablar del mundo tal cual es y no idealizaciones.

    [Personajes] Pampinea, Fiammetta, Filomena, Emilia, Lauretta, Neifile, Elisa; Dioneo, Pánfilo, Filostrato.

  5. 029. Autor: Geoffrey Chaucer.
    Título: Cuentos de Canterbury (selección). – {1386} [Barcelona: Círculo de lectores, 1972. 500 pp]. {Selección: Introducción y cuento 1 “Cuento del caballero”}
    Los Cuentos de Canterbury, junto a El Decamerón y a El Conde Lucanor, son el conjunto de historias más importantes de la literatura medieval. Si bien los tres libros se relacionan entre sí por ser un conjunto de cuentos que, bajo diversas circunstancias, son contados por varias personas; se diferencian en el contexto histórico en el cual son producidos y el papel social que tienen sus autores. Juan Manuel es un aristócrata de sangre real (por lo cual los cuentos son moralizantes y están dirigidos a la forma de dirigir un país), y Boccaccio es un erudito de la corte (por lo que hay un tono galante en sus narraciones); por el contrario, Chaucer es un burgués que retoma las historias populares y está interesado en recrear una serie de “tipos” bajo un tono más humorístico y tosco. A esto se añade que Chaucer tenía conocimiento de textos que se producían en la época los cuales leyó e imitó en sus viajes a Francia e Italia. Por ello, los críticos han dividido la producción de Chaucer en tres momentos específicos: una etapa francesa inicial, una etapa italiana y, al final, una inglesa. Mientras en las dos primeras etapas el autor retoma elementos de la corte, las baladas y la Merry England, ya en la tercera etapa (a la cual pertenecen los Cuentos de Canterbury) hay una transformación importante en la sociedad inglesa: preparación de las guerras civiles, tres epidemias de la peste negra, aparición de la burguesía como fuerza social importante (con dinero pero sin nobleza de sangre), la pobreza generalizada, la aparición de las profesiones liberales, la caída del sistema feudal y el caos urbano.
    Los Cuentos de Canterbury no fueron completados por su autor (hizo 24 de 120 programados), las ediciones que se conocen son de manuscritos recopilados de la época y que nunca fueron corregidos. Uno de los elementos por los cuales esta obra sobresale es porque (al igual que con el libro de Juan Manuel) Chaucer no contaba con una clara lengua propia –nacional- dado que la gran cantidad de invasiones, importaciones y conquistas; habían desembocado en un idioma popular llamado Old English, el cual tenía una serie extensa de variantes. Así, el idioma culto era el francés, o el latín; Chaucer (aun conociendo los dos idiomas cultos) fue uno de los primeros en tomar el riesgo de usar una lengua popular para narrar sus cuentos buscando un público que no conociera el francés. La gran variedad de personajes, permite por primera vez una transformación en la visión que diferentes tipos sociales tendrán sobre la Edad Media (en este caso, inglesa). En las otras dos obras referenciadas, quienes cuentan las historias usualmente reflejan una visión única y particular de la Edad Media; en el caso de Chaucer, el autor sabe dar una visión específica a cada historia para mostrar las diferentes facetas (incluso opuestas) de un momento histórico; esto no quita el rasgo crítico que el autor tiene para algunos tipos sociales (como la iglesia, la cual siempre se muestra como vividora y perezosa).
    Si bien en el libro de Chaucer hay un afán didáctico, es mucho menor al de Juan Manuel; en el caso de Cuentos de Canterbury, pareciera ser que la finalidad no es en sí el didactismo moralizante (a pesar de que Chaucer lo diga en su prólogo), sino el reflejo social de una época. Este reflejo se evidencia con el retrato detallista, realista y prolijo de los personajes, los caracteres, los usos, las costumbres y el lenguaje de cada uno de los tipos. Este retrato se hace en dos momentos: primero la historia que se narra, y la forma como esta historia muestra un fragmento de la sociedad con su forma de ver la Edad Media; y un segundo momento en el cual los personajes que narran las historias se enfrentan, discuten o dialogan; lo cual permite una contraposición entre diversas formas de pensar (contraposición que se subraya en la variedad de cuentos que parecieran estar enfrentados en intenciones y temáticas).
    En el “Cuento del caballero”, Chaucer retoma todas las ideas del amor cortés, en un cuento ambientado en Grecia antigua. Esto le da un poco de anacronismo a la historia, pero posibilita ver la forma en la cual se concibe la idea del amor cortés. Algunos de los elementos que desarrolla de la cosmogonía griega es la aparición de los dioses, la idea del hombre como juguete del destino (imposible en la óptica cristiana), elementos de la épica clásica (como los símiles homéricos), las ékfrasis de los objetos, o la intervención de los dioses. El tema principal de este relato es lo inevitable del destino y el amor (de Dios, el buen amor) como la causa y la fuerza de todo cuanto acontece en el mundo. Por el lado de las técnicas más modernas de narración, Chaucer hace una serie de elipsis (todo el tiempo el narrador-caballero dice que no contará ciertas cosas porque cuenta con poco tiempo), adelanta hechos que pasarán (sin detallarlos del todo) para crear expectativas, y juegos literarios en los cuales se pasa a diferentes escenarios o se narran cosas que pasan al mismo tiempo. La combinación de estos dos elementos le permite a Chaucer mezclar las ideas de lo clásico con visiones, conceptos y comportamientos de lo medieval. Estas acciones son finalizadas con un largo monólogo de Teseo, quien habla del amor a Dios y lo inevitable de sus designios, lo que le daría el tono didáctico al relato.
    Argumento:
    (Introducción) El libro se inicia con el mismo Chaucer narrando en primera persona su estadía en la posada de Tabardo, en la cual se hospeda en su peregrinación a Canterbury. En esa posada se encuentra con otras 28 personas las cuales describe de manera detallada, tanto físicamente, como en sus comportamientos y en sus oficios. Con esta descripción, el autor hace un panorama de los diferentes tipos que conforman la sociedad de su época. Posteriormente, pide disculpas a un lector (un tú) por la calidad del lenguaje o el carácter de algunos de sus cuentos (igual que en El Decamerón). Estas faltas las excusa con la veracidad y la fidelidad para contar todo tal cual ocurrió, el cual es el trabajo que debe tener todo escritor. Después de la descripción, aparece el mesonero en escena, quien propone que durante el viaje (para hacerlo más agradable) cada uno cuente una historia que permita divertir a los otros peregrinos. Al final, quien haya contado el mejor cuento, recibirá como premio una cena suntuosa pagada por los otros miembros de la comunidad. El primer turno es el del caballero.
    (Cuento del caballero) El caballero inicia con la descripción del duque Teseo, su esposa Hipólita y su cuñada Emilia; y cómo el duque conquistó el reino de Feminia. A su regreso a Atenas, Teseo se encuentra con mujeres llorando quienes le cuentan cómo Creón ha matado a varios guerreros atenienses, dejando sus cadáveres a los perros. Teseo toma Tebas y captura dos jóvenes importantes: Arcites y Palamón; a los cuales lleva prisioneros a una torre. Estando en la torre, los dos jóvenes ven a Emilia y se enamoran locamente de ella, por lo cual discuten. Dos años después (por consejo de un amigo) Teseo libera a Arcites y lo condena al destierro; Arcites sufre porque no podrá ver a Emilia, Palamón lamenta que nunca podrá casarse con ella porque seguirá encerrado; cada uno ve en la situación del otro un beneficio. Aconsejado por Mercurio, Arcites regresa a Atenas disfrazado de mendigo y gana el favor de Teseo hasta convertirse en su escudero (se cambia el nombre a Filostrato). Mientras esto ocurre, Palamón logra liberarse de su prisión y piensa en organizarse para tomar Atenas y casarse con Emilia.
    Por casualidad, Arcites y Palamón se encuentran en un bosque y, al reconocerse, discuten y entran en duelo; en las cercanías está el duque Teseo cazando quien, al ver los dos jóvenes, los detiene y les pide explicaciones. En lugar de matarlos (por intersección de las mujeres) les ordena que deben organizar un ejército de cien hombres y enfrentarse en batalla; quien gane se quedará con Emilia. Teseo construye una palestra para la contienda (la cual es descrita minuciosamente). Sigue una serie de plegarias en las cuales los personajes ruegan a los dioses los ayuden: Palamón a Venus, Arcites a Marte y Emilia a Diana (no quiere casarse). Aparece Saturno quien le promete a Venus que Palamón se casará con Emilia. Las reglas de la contienda, dispuestas por Teseo, es que no se asesinará a nadie, sino que se sacará de la contienda a los heridos; en medio de la contienda, Palamón es derrotado. Después de esto (y enviado por Saturno), Plutón envía una furia, que asusta al caballo de Arcites y lo bota del caballo dejándolo malherido. En su lecho de muerte, Arcites llama a Emilia y a Palamón y les aconseja que contraigan nupcias, a lo cual accede Teseo. El cuento termina con las honras fúnebres a Arcites.
    (Personajes)
    Teseo: duque de Atenas, casado con Hipólita
    Emilia: hermana de Hipólita, cuñada de Teseo.
    Arcites y Palamón: primos, caballeros tebanos.
    Dioses: Venus, Diana, Marte, Mercurio, Saturno, Plutón y Júpiter.



  6. 021. Autor: Arnaut Daniel.
    Título: Poesías. – {1200} [Barcelona: Editorial Acantilado, 2004. 247 pp]. {Versión bilingüe con extensa introducción}
    Poco se sabe de la vida de Arnaut Daniel, excepto por comentarios intertextuales de otros trovadores; se cree que su producción artística se realizó entre los años de 1180 y 1210. Fue juglar y trovador de sí mismo, se sabe por datos que da en su poesía que cantaba sus propias canciones, era aficionado a los dados y tuvo un papel poco representativo en la política de su época. La poesía de Arnaut Daniel consta de 17 poemas o canciones, que tienen diversas características, pero que comparten la complejidad en la estructura, en la versificación, en el uso de metáforas y en las relaciones que crea entre las palabras. Esta complejidad lo convirtió en el trovador más representativo del llamado “trovar car” o “trovar prim”: trova caracterizada por su complejidad y por la oscuridad de las imágenes que maneja. Es conocido por ser el inventor de la “sextina” y por la admiración que de él tuvieron Petrarca y Dante (quien lo pone como el mejor trovador que conoce en el Canto XXVI del Purgatorio de su DC).
    El trabajo de Daniel, esta centrado en el desarrollo de la temática amorosa (tema de casi todos sus poemas), pero resalta principalmente por la construcción prolija y detallada. El mismo autor utiliza la imagen de la confección de pequeños muebles o la filigrana de las joyas, para referirse a lo que debe hacer un buen trovador. Es así que Daniel es el primer trovador que centra su creación como un experimento formal en el cual busca constantemente la novedad, la anormalidad, la creación de nuevas combinaciones de palabras, la rareza; de ahí que se convierta en una piedra fundacional para posteriores autores que miran en sus obras otra posibilidad de la poesía trovadoresca. En su época fue considerado un autor pomposo y de difícil rima, la cual es principalmente sonora y no semántica; el mismo Petrarca describió su escritura como un “decir extraño y bello”. Por otro lado, la sextina, el gran aporte de Daniel a la poesía trovadoresca, es un poema de seis estrofas, con seis versos cada una de ellas. Se caracteriza por la repetición de seis palabras (no rimas), una al final de cada verso, lo que convierte a la sextina en un juego de palabras y a la vez en una especie de trabalenguas. Un análisis matemático ha descubierto que la sextina tiene un orden que responde a cuestiones matemáticas relacionadas con las seis caras que tiene un dado.
    Temáticamente la poesía de Daniel recupera todos los temas típicos del amor cortés, pero lo hace desde el conceptualismo. El conceptualismo consta de una innovación en la asociación de palabras y en las correspondencias que busca relacionar dos elementos que tienen en común algo complejo (y distante), pero que permite la polisemia y logra la descripción de sentimientos que no se podrían construir desde otro lugar. Por ejemplo en algunos poemas el amor puede causar bostezos, y a los males del amor el autor añade calambres o acciones como desperezarse. Por otro lado, el juego de palabras también aparece para dar sentido irónico o cómico (Pamplona se invierte y queda como el nombre de un planeta Luna-Papm); o usa la sonoridad del aura para sugerir el nombre de una amada “laura”; en otro poema él mismo reconoce las extrañas correspondencias que realiza al decir que “casa la liebre con el buey”.
    Como en toda la poesía provenzal del amor cortés, en Daniel la dama es un sujeto inconmensurable, intangible; nunca es algo material; es así que la temática del amor cortés es místico y casi religioso. En todas las poesías de Daniel existe una referencia metatextual en la cual aparece el autor hablando de la forma en la que se debería trovar. Estructuralmente sus poesías inician con la descripción de un lugar desde donde habla el trovador, a lo que se sigue la descripción de la estación; esto contextualiza de manera clara el tono emocional que tendrá el poema. Daniel es el primer poeta que lleva el provenzal (el “correcto provenzal”, lo llama Dante; que, al hablar con Daniel, es el único momento en que cambia el lenguaje en toda la DC) a su máxima expresión, de tal forma que logra expresar sentimientos elevados y ontológicos, cosa que no había hecho antes otro trovador provenzal; además la prolijidad en la construcción de sus escritos insertó de manera novedosa, la idea de que la extensión, sonoridad y rima del verso; se convertían en la medida de la emoción y el pensamiento del autor.

  7. 030. Autor: Jorge Manrique
    Título: Poesías Completas. – {1470} [Madrid: Austral Poesía, 2009. 231 pp]. {Incluye introducción extensa, guía de lectura y documentación complementaria}
    Durante el siglo XV, en España se da un florecimiento de la poesía en la sociedad cortesana, dado que se suscribe este tipo de escritos a los hábitos más comunes de la nobleza. Cuando se abandona el gallego como lengua tradicional de la lírica, se empiezan a crear una serie de poéticas y técnicas líricas, que se distinguen al cortesano del trovador. Jorge Manrique se adhiere a este tipo de poesía y se convierte en el punto más alto de la escritura lírica de España a finales del medioevo (algunos ven en su poesía elementos claros de lo renacentista y lo humanista). Su poesía (49 poemas) se divide en tres grandes grupos: una poesía de tema amoroso, el cual retoma todos los elementos formales y temáticos típicos del medioevo tardío; una poesía burlesca, que escribe por las fiestas cortesanas; y su poema más famoso: las Coplas a la muerte de mi padre, de tema moralizante. A pesar de que su poesía es nobiliaria, Manrique utiliza un lenguaje sencillo, muy cercano a lo coloquial (evita el uso de palabras del latín o de complejas construcciones eruditas). Además es revolucionario en una serie de elementos que no se habían utilizado con anterioridad: el uso del nombre de la amada, poner el foco en la forma de expresión más que en el contenido, diálogos entre el enamorado y el amor.
    Las poesías amorosas de Manrique retoman variados géneros de la poesía amorosa: las invenciones, los motes, las preguntas, las canciones y las burlas. Todos estos poemas eran típicos de las fiestas cortesanas en las que Manrique participaba; un ejemplo de ello son las invenciones, las cuales eran creaciones poéticas que iban acompañadas por imágenes. El tema amoroso estaba atado a la idea del amor cortés: un sentimiento confuso y contradictorio que no se puede describir; y el amante es concebido como el sujeto que tiene una entrega incondicional a una dama inaccesible y que devuelve siempre heridas ante los requerimientos de amor. La única forma de salir de la confusión y la enfermedad que causa el amor, será a través de la muerte la cual (en estos primeros poemas amorosos) es liberadora y redentora. Algunos de estos poemas se salen de los temas netamente corteses y añaden variedad genérica a la poesía de Manrique: las burlas, las preguntas o las invenciones; a veces tratan temas jocosos o de divertimento, y siguen las reglas de lo que se recitaba en las fiestas cortesanas.
    Conceptualmente, el amor está construido a partir de contraposiciones o antítesis que demuestran los efectos y causas del amor, los cuales se enumeran, se exponen y se explican. Para ello Manrique utiliza las dos formas poéticas más usadas en su época: el decir y la canción. Estas dos formas permiten no solo la condensación de un concepto amoroso doble, sino que permite los juegos de palabras, las contradicciones y los dobles sentidos. El amor, entonces es concebido como una prisión y a la vez como una liberación; como un mandato religioso y como una enfermedad, como una cura y como una herida. El uso de las metáforas es otro de los elementos que caracterizan la poesía amorosa de Manrique: el uso de juegos de palabras de las batallas, prisiones y los castillos, son comunes en este tipo de poesía amorosa. Contrario al concepto clásico del amor, en Manrique no se busca el disfrute, sino estar en un estado en el cual no se espera recompensa alguna y la quietud es la norma básica del estar enamorado (un amor que no se corresponde).
    Además de los poemas amorosos, Manrique compuso las Coplas a la muerte de mi padre, la obra por la que el poeta español es más conocido. Esta obra está conformada por 40 coplas que conforman la que sería la última obra del poeta. Se estructuran en tres momentos claramente diferenciados: la consideración de la muerte de manera abstracta, la muerte como acontecer histórico y la muerte particular del padre. Este movimiento no solo marca un fluir del tiempo, sino una progresión en la emocionalidad del autor, en la construcción del poema y en paso de lo abstracto a lo concreto. La primera parte está narrada desde una primera persona que da un sermón ejemplarizante sobre la muerte, y sobre el paso del tiempo y de la vida. Los consejos se pueden rastrear en la tradición cristiana y los cantos litúrgicos. La segunda parte está marcada por el elemento retórico del “ubi sunt? y narra las muertes históricas de personajes conocidos. La tercera y última parte, está compuesta por dos momentos claros: el retrato del personaje y la escena dialogada con la muerte. En la primera parte Manrique exalta los valores de su padre en tres momentos de su vida (a los cuales hace referencias biográficas específicas) y, al hacerlo, muestra su inscripción en una organización feudal que está siendo amenazada por un nuevo orden capitalista. La segunda parte retoma la tradición del ars moriendi y crea una escena en la cual el padre dialoga con la muerte de manera amable y serena.
    Las coplas son una síntesis de la literatura tanatológica medieval (es a la vez un planto, hay personificación, diálogo fúnebre, danza macabra y ars moriendi). La forma en la que aparece la muerte es tranquila y amable, producto de los ars moriendi medievales, en los cuales se veía cómo el alma era salvada por Cristo y por los ángeles (de las garras de los demonios) y llevada al paraíso; así destierra el horror de lo macabro en el momento del tránsito. Entre todos estos elementos hay una serie de tópicos medievales que es posible señalar: el más importante el ubi sunt? En Manrique el ubi sunt? funciona en dos niveles contrapuestos pero iguales: como una pregunta que se repite (referida a lo constante) y al cambio constante en los nombres de los personajes nombrados (refiere a lo variable y lo mutable). La lista de personajes, están relacionadas con las danzas macabras las cuales hablaban de personajes históricos, alejados en el tiempo; Manrique hace un cambio y decide trabajar con personajes conocidos y cercanos. Después de la lista, Manrique incluye alusiones a lo sensitivo (olores, colores), lo que hace que todo cobre un sentido de proximidad, de inmediatez, de cercanía. Esto conlleva una reflexión no sobre lo que pasó, sino sobre lo que se va dejando.

    El tema permanente del poema es la idea que el ser humano solo vive para morir, y que los sujetos no deben preocuparse por todo lo que han construido en su vida terrena, sino en la bondad prometida de la vida con Dios. De esa forma, la muerte aparece como el elemento que iguala y nivela la existencia de todos los seres humanos; es inevitable, absoluta e indiscutible. La muerte sirve como eje para hablar de temas clásicos de la cultura medieval como la vanidad del mundo, la fugacidad de la vida, el paso del tiempo, la presencia constante de la muerte (memento moris). Es importante la forma en que la fama se incluye como tema central en la obra; Manrique habla de tres vidas en la persona: la terrenal, la de la fama y la eterna; si bien la fama es prolongada, se ve como un bien que es caduco y que tampoco puede vencer a la muerte. Esto se subraya al momento en que retoma personajes históricos para señalar cómo todo lo que han construido se desvanece con el tiempo; contrario a esto la exaltación al padre se da por acciones que lo llevarán al cielo, y estas acciones están atadas a la muerte de los moros y al exterminio de los paganos. Termina el poema con una aceptación calmada de la muerte, con el momento mismo en que el cuerpo pierde el alma y queda la memoria, no como fama sino como consuelo.