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Autor: Catulo.
Título: Poesías. – {S I a.C.} [Madrid: Alianza Editorial. 1988. 201 pp. (Incluye
notas)]
Catulo es el poeta latino
más famoso del grupo que Cicerón llamó los “neotéricos”. Este grupo de poetas
se caracterizaba por la composición de versos más cercanos a lo subjetivo, lo
íntimo y lo cotidiano. Esta “nueva poesía” propia del siglo I a.C. tomó los
elementos de una poesía griega de temas cotidianos como la bucólica, la
didáctica, los himnos o la poesía de tema pastoril; este tipo de poesía estaba
representada en las creaciones antiguas de Calímaco. El movimiento de los
“neotéricos” se alejó intencionalmente de los grandes poemas épicos que
narraban batallas e historias grandilocuentes; por el contrario, se interesó en
las formas literarias menores y en el lenguaje popular. Algunas de sus
principales características fueron el uso de referencias eruditas en sus obras,
una preocupación por hacer obras acabadas y pulidas, buscar la originalidad en
los temas y, quizá la más importante, el subjetivismo como herramienta
narrativa.
La poesía de Catulo es una
de las pocas obras de estos poetas de las cuales se conservan apartes completos
y no solo fragmentos. Catulo se preocupa por trabajar una estructura pulida,
temáticamente en sus poemas defiende la poesía de ocasión y artística e
implanta la forma de una “Elegía amorosa latina”. El tema de la obra de Catulo
es principalmente erótico, en el cual se refiere a una realidad cotidiana y los
sentimientos de pasión y obsesión. Si bien el lenguaje que utiliza Catulo para
sus poesías es corriente o popular, la forma en la cual lo estructura en sus
poemas es culta y docta. Otro de los elementos novedosos en la poesía de Catulo
es la autoreferencialidad constante en sus creaciones. Catulo aparece
constantemente dentro de sus poesías y los temas son claramente
autobiográficos. Así, por medio de sus creaciones podemos saber de sus romances
con Lesbia, con Juvencio y el odio que tiene hacia Gelio. La elegía
autobiográfica es uno de los más importantes aportes de Catulo a la poesía
latina.
La poesía de Catulo ha sido
dividida en tres partes. La primera parte consta de poesías cortas (1 a 60),
las cuales manejan un tono ligero y simpático; con un lenguaje más cercano a lo
popular y con un tema amoroso marcado. La segunda parte son las poesías largas
(61 a 68), estas poesía manejan un lenguaje culto y elevado. Están construidas
para celebrar ritos de unión y matrimonios, tratan temas mitológicos o están
dirigidas como epístolas a amigos y conocidos. La tercera y última parte son
los epigramas (69 a 116), poemas breves que tratan una sola idea y que tienen
un tratamiento satírico o ingenioso. Algunos de estos epigramas están dirigidos
a enemigos de Catulo o hacen referencia a eventos específicos en la vida de
este. Para hacer un análisis más detallado de su trabajo se realizará un
análisis de cada una de estas partes.
I. Poesía corta: En los primeros sesenta poemas de Catulo
(llamados “Carmen”) aparecen en primer plano los sentimientos del poeta y una
subjetividad constante. Es en estos primeros poemas donde aparece uno de los
personajes más representativos de la escritura de Catulo: Lesbia. Lesbia es en
realidad una mujer que conoció Catulo llamada Clodia con la que tuvo una serie
de amoríos y quien finalmente lo engañó y lo abandonó. El sobrenombre de Lesbia
indica la admiración que tiene Catulo por Safo y la influencia de esta en su
poesía. Alrededor de este tema amoroso aparecen subrayados las cualidades de la
fidelidad y el amor. Si bien Lesbia es el personaje más importante de Catulo,
los amoríos y odios con otros jóvenes aparecen referenciados: el de Juvencio,
sus relaciones con Furio y Aurelio o Veranio y Fabulo. También en este primer
apartado (como en el tercero) tiene preponderancia la invectiva (o la censura
violenta hacia algo o alguien), la obscenidad y el insulto. El lenguaje
plasmado en esta primera parte se acerca mucho al de la comedia y el folklore
popular. La forma en la cual están armados algunos poemas breves de esta
primera parte son la presentación de una escena, la amplificación de la misma,
la presentación de los personajes y la actuación de ellos en esta escena;
siempre de fondo se encuentra presente el sentimiento del poeta (ej.: N° 46).
El tema de lo autobiográfico
aparece en esta primera parte de manera novedosa. Diferente a un alejamiento de
dos “yo” diferentes, en los cuales uno se adscribía a la presencia del autor y
otro al “yo” poético que hablaba; en Catulo hay una superposición de las dos
subjetividades. Esto hace que haya una conexión fuerte entre los temas tratados
y la vida del poeta. (ej.: N° 8) [“Desgraciado Catulo, deja de hacer tonterías,
/y lo que ves perdido, dalo por perdido”].
Uno de los poemas más
famosos de esta primera parte es el N° 51 “Flechazo”. Este poema es el primero
en el que se referencia a Safo; es, básicamente, la transcripción de la poesía
31 de Safo; el cambio más significativo que introduce Catulo es cambiar el
final. Mientras en el poema de Safo se continúa con la angustia del amor, en el
de Catulo se previene en contra de la ociosidad en el amor. Con este poema no
solo introduce Catulo el poema sáfico a Roma, sino que lo reubica al incluir un
tema propiamente latino al final y seguir así imitando al modelo griego,
actualizándolo al contexto latino. También en este apartado ver los poemas: 11,
16, 32 y 33.
II. Poesías largas: El segundo apartado consta de ocho poemas
largos los cuales tienen principalmente tema de uniones, matrimonios o temas
míticos. En este segundo apartado, Catulo utiliza un lenguaje más cercano al de
la épica; hace una serie de referencias patronímicas y a temas propios de la
mitología. En estas poesías, Catulo defiende el matrimonio, la unión casta y el
himeneo. La visión de Catulo de la mujer, contrario a los poemas de la primera
parte, es el de una mujer casta, lista para servir a su marido, que hace los
deberes de la casa y el hogar. Mientras para la mujer el matrimonio es la
esperanza de una mejor vida, para el hombre aparece como el momento de la
renuncia a los placeres y la vida alegre. En muchas de estos poemas es posible
ver cómo Catulo va describiendo cada uno de los pasos que se siguen en una
boda, desde la preparación de los novios hasta la entrada a la cama nupcial del
himeneo. Sorprende también la férrea defensa de la virginidad de las mujeres
como el bien más preciado que una novia puede tener.
Además de esta temática,
Catulo recurre a los mitos como ejemplo y camino a seguir por los novios o por
los ciudadanos. Este es el caso del extenso poema “Las bodas de Tetis y Peleo”;
de la misma manera, Catulo usa figuras míticas para la escritura de poemas
amorosos, es el caso de “La cabellera de Berenice”, en la cual toma la imagen
de Berenice para exaltar las cualidades de la amada. Finalmente hay que
rescatar tres poemas epistolares en los cuales se comunica con sus amigos
Atlio, Hortensio y Manlio; en los cuales muestra cómo algunos le pedían la
escritura de poemas o a los cuales quiere elogiar para que su nombre perdure
por los siglos (uno de ellos, gracias a que le prestó una casa donde tener
amoríos con Lesbia).
III. Epigramas. Los temas y el lenguaje de los epigramas
son similares a los de los poemas cortos de la primera parte. En esta tercera
parte, los epigramas se caracterizan por tener un lenguaje mucho más conciso y
preciso. Están construidos a partir de la tradición satírica itálica y son
mucho más fuertes y directos que los poemas cortos. En estos poemas el tema de
Lesbia reaparece pero esta vez sin las alegrías del amor o los dolores del
engaño, sino desde el odio hiriente de quien no ha podido olvidar al ser amado.
Si bien estos epigramas son cortos y directos, su estructura es compleja y muy
bien armada. Por lo general, el poema está armado con un planteamiento (que
puede ser corto o extenso), el cual se remata de manera mordaz. En estos
epigramas sobresalen las críticas a personajes como Galio (con quien le engañó
Lesbia), a quien acusa de incestuoso, de mal olor y con enfermedades físicas y
mentales. Estos últimos textos tienen un lenguaje popular y directo. Temas como
lo autobiográfico, lo sexual, los insultos y la infidelidad son recurrentes.