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  1. 048. Autor: Lope de Vega.
    Lope de Vega es uno de los autores más importantes del Siglo de Oro español. Su prolífico trabajo hizo que se convirtiera en un referente en todos los géneros, pero especialmente para el teatro. Esta característica se debe a que fue el primer autor que se atrevió a renovar radicalmente las formas del teatro, en el momento en que se empezaba a convertir en un espectáculo de masas. Así, junto a Tirso de Molina y a Calderón de la Barca desarrollaron las bases y la evolución del teatro barroco español. Lope siempre estuvo en el centro de la escena literaria de su época, por ello tuvo una serie de encuentros con los otros autores de su época. Es famoso, por ejemplo, su constante roce con Góngora y su amistad con Francisco de Quevedo (su relación con Cervantes fue de enemistad tibia). La vida de Lope fue larga y compleja, tremendamente aventurera; esto hizo que su escritura también pasara por varias etapas que coincidían con su vida. Así, tiene poemas de amor, comedias, tragedias, dramas históricos y, al final de su vida cuando se ordenó sacerdote, dramas religiosos y teológicos.
    Quizá una de sus obras más importantes fue su estudio teórico “El arte nuevo de hacer comedias” (1609); en esta obra, escrita en verso, Lope planteaba que era necesario fundar una nueva forma de escribir teatro en España. Su propuesta era no usar los preceptos de los neo-aristotélicos, quienes retomaron las unidades de tiempo, la catarsis y las estructuras propuestas por Aristóteles en su Poética. Contrario a esto, Lope proponía obras que no tuvieran unidad de tiempo, ni de acción, ni de espacio; de la misma forma, Lope buscaba romper con los estereotipos de la comedia o la tragedia, proponía crear obras que tuvieran elementos de los dos géneros imbricados. Una tercera propuesta de Lope fue crear obras que se alejaran de una intensidad dramática única y que tuvieran dos historias que se desarrollaban de manera paralela (técnica italiana que se llamaba embrollo); por lo general, la historia principal era desarrollada por los nobles y la secundaria por los sirvientes. Otros elementos que Lope propone romper en esta propuesta teórica son los estilos (cómico y noble al tiempo), los versos (uso de diferentes versos, según la intención del momento de la obra), los roles de género (mujeres que se portan como hombres y viceversa), las previsiones (se dice que algo va a ocurrir y no ocurre, o solo se resuelve a pocos versos de terminar la obra; lo que Lope describe como: “Engañar con la verdad”). Este tipo de texto lo logra Lope dejando líneas narrativas abiertas dado que son interrumpidas o aplazadas. Estas líneas narrativas secundarias se cerrarán a partir de elipsis o de menciones de otros personajes que, por lo general, ocurren en el tercer acto. Todos estos elementos serían los que fundan el Teatro clásico español del Siglo de Oro, que estaría presente durante todo el siglo XVII, un tipo de obras más cercanas al teatro isabelino inglés, que al neoclásico francés.
    Algunos críticos han llamado al teatro de Lope de “realismo ilusionista”, este término está basado en que el autor presenta en sus obras modos de visión de mundo cercanos a los del público general; esto quiere decir que Lope no habla de construcciones épicas del amor o del honor, sino que los enmarca en un sistema de creencias general. Por otro lado, la “ilusión” tiene que ver con la presentación contextual de una España que no responde a la realidad del momento, sino con una idea más optimista y más intensa. El realismo de Lope estaba acorde con sus creencias en contra de un arte culto aristotélico que se preocupaba por métricas y formas establecidas; parte de su pelea con Góngora se debe a esta diferencia entre un arte que se debe entender, y un arte complejo, inentendible para el público general. Para lograr que el público entienda mejor sus obras, Lope trabaja con tipos específicos extraídos del antiguo drama, pero adaptados al contexto español del momento. Así aparece el cómico (que permite un diálogo con el público), la mujer o el hombre que sufren de amor o a los cuales se les ha manchado el honor y deben resolver el desequilibrio mental que dicha desavenencia les causa.
    Los temas que más trabaja Lope en sus obras son el amor, la fe y el honor. En el caso del amor, por ejemplo, el trato que hace Lope es doble: al proponer dos posibles historias paralelas, es posible ver al como un sentimiento exaltado y poético, en el caso de los nobles; y al mismo tiempo como un amor erótico y corporal para los sirvientes. Esta es la constitución del amor para Lope: un amor que logre tomar lo mejor de las dos posturas y desarrollarlas en un diálogo orgánico. A pesar de estos sutiles elementos dramáticos (y contrario a las obras de teatro neo aristotélicas), el tema no será de tanta importancia como la acción o la caracterización. Esto se puede ver cuando en sus textos constantemente hay digresiones que llevan la obra a reflexiones metatextuales como el papel del teatro en la vida, la forma en que se trabaja el amor en la poesía, etc. Para hacer estas digresiones, Lope suele usar fragmentos líricos que inserta en su obra y que le permiten construir una obra compleja y múltiple.
    (*) Título: La dama boba. – {1613}. [Barcelona: Editorial Alianza, 2005. 182 pp]
    Esta una de las comedias de Lope que son más representativas del género de “Capa y espada”, estas obras se caracterizan por ser una comedia de errores, en la cual hay cruces de parejas de amantes, intrigas por celos, dobles tramas entre nobles y sirvientes, y finales felices. El tema central de esta obra es claramente El amor, un amor tan poderoso que puede (desde una visión platónica) despertar el intelecto dormido de una dama que no ha logrado aprender nada a través de los métodos tradicionales de pedagogía. En medio de esta exposición sobre el amor, el autor inserta elementos de crítica textual acerca de la poesía culta, las diferentes visiones del amor, la posibilidad del erotismo.
    El tema de la posición social de la mujer es otro de los temas que esta obra explora con detalle. Si bien el centro temático de la obra es el papel platónico del amor en la educación, el trasfondo muestra a dos mujeres que son oprimidas por unas tradiciones sociales que las ubican a la sombra tanto del padre como del esposo; ninguna de las dos protagonistas (sea cual sea su condición frente al saber) puede tomar decisiones de su vida amorosa, familiar o sentimental. En realidad, la gran jugada que realizan las dos protagonistas, es una serie de trucos que les permitan, de manera enmascarada, hacer lo que ellas quieren. La resistencia a los preceptos sociales inicia con dos comportamientos contrapuestos: una levanta la voz (Nise), la otra se hace la tonta (Finea); al final, esa condición las hace equivalentes en un crecimiento interno: mientras Nise crece en la emocionalidad y en el sentimiento, Finea crece en el entendimiento del mundo y en el saber. Como toda obra adscrita a su época, Lope no puede salirse de su ideología, por lo que las elecciones aparentemente libres de las dos protagonistas terminan siendo realmente las de los hombres: Liceo y Laurencio.
    En esta obra se encuentran de manera clara elementos que complementan la visión y la propuesta de Lope de Vega. Uno de estos elementos es la inclusión de una serie de críticas literarias que se dan en el grupo de poetas dirigido por Nise. La propuesta consta de un ataque a las obras que son inverosímiles (Heliodoro), una crítica al lenguaje culto de algunos poemas (como los de Góngora), una crítica a la postura neoplatónica de la esencia espiritual y no corporal del amor. También inserta contraposiciones de poemas extensos populares (como los del nacimiento de un gato, que recita Celia), seguidos de largos monólogos filosóficos sobre el amor y la poesía. También hay una serie de alusiones intertextuales con obras de los contemporáneos de Lope; como Cervantes, Góngora o Camoes (incluso Lope se nombra a sí mismo). Otro de los elementos de complemento es lo que le ocurre a los sirvientes, lo cual en realidad es solo un reflejo de lo que ocurre a los nobles y no tiene un desarrollo ni de personajes, ni de trama. Todos estos elementos que complementan la obra, son los que le logran dar profundidad, dado que argumentalmente, se arma en esencia como una comedia de errores.
    [Argumento] Como todas las comedias de Lope, esta obra se divide en tres actos que se corresponden con la presentación del problema (I), el nudo del mismo (II) y finalmente el desenlace (III).
    [Acto I] Octavio tiene dos hijas: Nise y Finea: para mejorar la oportunidad de matrimonio de Finea (quien es muy tonta), un tío ha mejorado su dote. Mientras Liseo y Turín se dirigen a conocer a Finea, futura esposa de Liceo, un caminante les habla de la fama de tonta de Finea y de la fama de inteligencia de su hermana Nise. Liseo queda desconcertado ante esta noticia y empieza a pensar en Nise como un buen partido. En casa de Octaavio, el padre se lamenta por sus hijas, piensa que es tan mala la ignorancia de una, como el saber en la otra (una mujer no debe saber tanto). Presentación de las dos hermanas con sus criadas: Nise (y su criada Celia) hablan de literatura, rodeadas de poetas; Finea (y su criada Clara) intentan aprender ante el desespero del profesor. Ante la llegada de cada uno de los pretendientes frente a sus damiselas amadas, los dos deciden cambiar de objeto amado: Laurencio conquistará a Finea (porque no tiene dinero), Liseo conquistará a Nise (porque tiene suficiente dinero y se asombra de la idiotez de Finea).
    [Acto II] Nise se ha enfermado y Laurencio no la ha ido a visitar; ella le reclama por su desaparición y porque sabe que está cortejando a Finea. Todos se sorprenden en medio de la charla porque notan que la inteligencia de Finea ha mejorado (Laurencio dice que esto sucede gracias al amor). En un encuentro entre Laurencio y Liseo, se crea la confusión de las parejas cambiadas (con amague de duelo) pero, ante la solución del imprevisto, los dos conciertan ayudarse mutuamente. Finea pide a su padre que le lea una carta que ha escrito Laurencio, al leerla el padre (Octavio) nota los propósitos de Laurencio y le prohíbe verlo. Finea se siente enamorada y triste, Laurencio engaña a Finea y le hace prometer que (para desenamorarse) se casará con él, con dos amigos como testigos. Hay una pelea entre Finea y Nise por el amor de Laurencio.
    [Acto III] En este acto Finea ha regenerado totalmente su intelecto, mientras Nise sigue enamorada de Laurencio (su padre se lamenta porque no es una mujer que se comporte como tal –hacendosa-). Por su parte Liseo, quien ha notado el saber de Finea y quiere vengarse del desdén de Nise, quiere reclamar la mano de Finea. En contra de este plan, Finea y Laurencio hacen otro plan: pretender que Finea es boba, como era antes; plan que tiene un buen resultado. Octavio y Nise enfrentan a Finea y a Laurencio, el resultado: Laurencio no puede entrar a la casa y Finea se debe encerrar; por actos de comedia, Finea y Laurencio terminan encerrados en el desván, juntos. Después de una serie de desencuentros y malos entendidos entre los personajes, Liseo decide pedir de nuevo la mano de Nise, quien lo acepta como buen pretendiente; y Finea se termina casando con Laurencio con el beneplácito del padre.
    Personajes:
    Finea [la dama boba]: a pesar de estar comprometida con Liseo, se termina casando con Laurencio.
    Nise [hermana]: la hermana inteligente, pero poco hacendosa. Se termina casando con Liseo.
    Octavio: padre de las dos hermanas
    Lacayos: Turín (Liseo), Celia (Nise), Clara (Finea), Pedro (Laurencio).
    --.--

    (**) Título: El castigo sin venganza. – {1631}. [Madrid: Cátedra, 2010. 312 pp]. {Incluye estudio crítico y apéndices}
    El castigo sin venganza es una de las más famosas y complejas tragedias de Lope de Vega. Si bien en un inicio es posible observar esta obra solo desde un argumento lineal y simple de traiciones y venganzas, la gran cantidad de dobleces, de máscaras y de contra-máscaras conceptuales; hace de esta tragedia una de las obras más representativas del pensamiento barroco español. Basta ver el doblez conceptual que trae consigo el título: castigo y venganza aparecen como dos formas de actuar de la justicia, con una diferencia: mientras una apunta a un juicio que se enmarca en lo legal y en lo racional; la venganza es una forma de la justicia que atraviesa lo pasional, no está relacionada a un marco legal y tiene que ver con la desmesura. Es así que un acto de castigo que se disfraza de venganza (tal y como lo apunta el título) está moviéndose en un límite muy fino entre aquello que está permitido y no permitido, lo que atraviesa los espacios de indeterminación de la vida pública y privada, lo que mantiene o no mantiene un honor frente a los demás, etc. Este es el gran tema central de la obra, la cual estará estructurada como un juego de espejos entre aquello que se presagia, lo que se ve, lo que se oculta y lo que se aparenta.
    El tema principal de esta tragedia es cómo mantener el honor, y cómo se plantea justicia para los crímenes contra él. Así el honor que ha sido herido, se convierte en el centro de la vida pública y privada del personaje trágico central: el Duque de Ferrara. Esconder un crimen al honor bajo la máscara de una causa política (de herencia), hace que se modifique el centro a partir del cual se plantea la justicia y la forma de actuar de los personajes. Las tensiones que se producen entre el amor y el honor son fuertes, la pregunta que flota en toda la obra es si el amor tiene la fuerza suficiente para luchar en contra del honor. La respuesta será que no importa, siempre y cuando no se muestre de manera explícita la falta; de esa manera el honor no es algo que se sienta como un imperativo moral e interno, sino como una construcción social que forma parte de la vida pública.
    El personaje central de esta tragedia es, sin duda, El Duque de Ferrara quien se configura como un personaje trágico a pesar de un inicio en el cual se muestra como un personaje mujeriego y que no presta atención a sus deberes sociales y de gobernante. Así hay dos momentos de quiebre en la vida de este personaje, los cuales sirven para estructurar toda la tragedia: el primero es el matrimonio con Casandra, con el cual se promete cambiar y dejar la vida disoluta. Esta promesa no se cumple y tan solo una noche cumple sus deberes conyugales con su esposa. El segundo es el regreso de su viaje a Roma con el cual se transforma su rol y se convierte realmente en un personaje trágico.
    La primera aparición del Duque de Ferrara se hace a partir de un velo, o un disfraz con el cual se plantea que se puede conocer la verdad de lo que opinan de él sus súbditos; es decir: la verdad solo se sabe a partir de un encubrimiento. Esa capa inicial que permite saber la verdad reaparece al final de la obra justamente para encubrir la verdad; en este juego de oposiciones, el cambio entre la forma en que se vela o no lo cierto, se relaciona también con el cambio del Duque con el viaje a Roma. La capa que encubre la identidad apunta entonces a una visión oculta de las personas reales, versus las que se muestran en sociedad: el hijo que se acuesta con la madrastra pero se muestra fiel, Aurora que juega con su supuesto matrimonio con el Conde (pero que será planeado con el Marqués), la reina que se muestra fiel y celosa, pero es infiel, el castigo que es en realidad una venganza. Todas estas inversiones muestran el reflejo invertido del espejo que se recalca en toda la obra: el rey que está dispuesto a cornear a un esposo, se ha convertido en el esposo cornudo. Sin embargo este juego doble tiene más variantes: porque en medio de todas las inversiones de los engaños, aparece al final una verdad. Es claro que los espectadores saben más de lo que saben los personajes, así que se muestra una verdad que está por fuera de la obra misma, es un engaño que cuando se vuelve a invertir se convierte en la verdad. Esto se recalca con la idea de que todos los que están presentes en el momento que se ejecuta el castigo saben de la infidelidad de Federico, pero aceptan la mentira del asesinato de Casandra con motivos políticos como si esta fuera una verdad absoluta. Todos los presentes aparecen como actores de una obra de engaño (dentro de la obra de teatro) que aceptan como cierta y que quedará en la historia como la causa de la muerte de los dos amantes ilícitos.
    Vale la pena mirar bien el segundo cambio, dado que Roma se presenta como el espacio del nacimiento del hombre nuevo: se convierte en padre, esposo, y toma su lugar en el gobierno (por eso lo primero que hace es leer los requerimientos que se le han hecho en su ausencia). La gran pelea del Duque al final de la obra es su división entre su papel social, familiar como padre y esposo; y su papel social como gobernante y jefe de Estado. Es por eso que en medio de esa indeterminación puede convertir el pecado familiar en un problema de herencia social. Esto muestra claramente que lo que se superpone y se invierte en toda la obra son los roles que cada cual juega frente a sus coetáneos: Casandra tiene un rol de esposa y madrastra que transforma por el de amante infiel, lo mismo le pasará a Federico; El Duque cambia el rol de ser padre y de ser licencioso, por el de ser esposo y guerrero y finalmente por el de ser gobernante (matando a su rol paterno y de esposo, al hacer asesinar a sus dos familiares).
    [Argumento]
    [Acto I] La obra inicia con el Duque disfrazado, buscando damiselas para celebrar su última noche como soltero. Ocurre la presentación de los personajes por voz de una mujer en un prostíbulo. Ocurre una escena particular en la que el Duque escucha las palabras de un comediante, las cuales lo desaniman; la conclusión: el teatro es espejo de la vida. Aparece en escena Federico quien se queja de que no podrá heredar nada si su padre tiene hijos con Casandra, a quien va a recoger en ese momento. En medio del camino, Federico y su criado Batín salvan a unas mujeres que están a punto de ahogarse; esas mujeres son Casandra y su sirvienta Lucrecia. Después de este encuentro Casandra y Federico muestran cómo se atraen mutuamente, pero ambos temen las fuertes normas sociales que atan su relación. Por otro lado, el Duque de Ferrara habla con Aurora sobre el problema que se viene para su hijo que quedará sin herencia; Aurora le propone que los case (a ella y a Federico) para que ese problema se solucione. Al final del Acto todos llegan a la presentación de Aurora y Federico subraya el amor que siente por su madrastra.
    [Acto II] El acto inicia con Casandra quejándose ante Lucrecia porque su esposo no ha cumplido su deber marital más que una noche y, además, le es infiel (dice que prefiere haber nacido pobre y amada). El Duque aconseja a Federico el matrimonio con Aurora. Federico muestra (intuye) a su padre que Aurora y el Marqués se aman y que prefiere no hacer nada en contra del amor. Sigue una larga queja de amor de Federico en la cual juega con los conceptos contrarios de vida y muerte, relacionados con el amor. Se da una conversación entre Aurora y Casandra en la cual se desmiente el amor que Aurora tiene por el Marqués; después entra Federico y Casandra desmiente las preocupaciones de Federico por que haya otro heredero, dado que el Duque no cumple con sus deberes. Al marcharse Aurora, Federico le habla a Casandra de sus penas de amor (imposible), pero no dice a Casandra el nombre de su amada. Casandra intuye que ella es la amada, así que insiste a Aurora en que Federico la ama. Aurora, desconsolada, planea hacer sentir celos a Federico con el Marqués. El acto termina con el llamado que hace el papa al Duque quien le comenta a Federico que será él quien quede en la cabeza del gobierno. En el siguiente encuentro entre Casandra y Federico, Casandra le da a entender a Federico que sabe que es ella su amada, y que bien podría ser el vengador de su situación infame. Sin decírselo de manera explícita, los dos amantes se comunican sus pasiones, pero también la imposibilidad de su amor por las relaciones sociales que tienen. Casandra le pide a Federico que se aleje de ella, porque ella no puede alejarse de él.
    [Acto III] Aurora le comenta al Marqués que ha visto a los dos amantes infieles besándose, cosa que explica la evasiva de Federico a su propuesta de matrimonio. El Marqués aprovecha para convencerla de que se case con él para evitar la venganza que parece cernirse en el reino; ante esta noticia Federico llega a sentir celos. Al regreso del Duque (que regresa victorioso y transformado en un santo), los amante sienten pena por no poder seguir sus amores, el Duque siente alegría por ver a su hijo y a su esposa a quienes se muestra ahora devoto y dedicado. Federico planea pedir la mano de Aurora a su padre para ocultar el incesto pero Casandra, al saber de este plan, siente celos y se opone. El primer acto del regreso del Duque es preguntar por el proceder de su hijo y su esposa (a lo cual responde Batín con juegos de palabras), y responder las cartas que le han escrito solicitando su ayuda. Una de las cartas que lee (escrita por un anónimo), le hace saber de las relaciones entre su hijo y su esposa después de reflexionarlo (inserta la contraposición entre castigo y venganza), decide ser sereno y actuar con una justicia propia. Por su parte, Federico le pide a su padre la mano de Aurora, lo que certifica al rey que lo que dice la carta es cierto. Aurora y Casandra entran a anunciar el matrimonio de Aurora y el Marqués, el rey les habla de la propuesta de Federico y Aurora se enfada (ahora quien lo desprecia es ella) y Casandra se niega rotundamente a esa idea (por celos). Después de esta escena Federico y Casandra se explican lo que ocurre (la apariencia de matrimonio), mientras el Duque los escucha confirmando todo lo leído y pensado. Sigue un largo monólogo del Duque en el cual vuelve a la idea de castigo y venganza, y cuenta que ha atado a Casandra en su cuarto y la ha cubierto con una manta. Federico entra en escena, se queja por su decisión en el matrimonio entre Aurora y el Marqués. El Duque le dice a Federico que en ese momento solo piensa en una persona que lo engañó, a la cual debe matar, y que tiene amarrada en su cuarto; le pide a Federico que asesine al traidor. Federico mata al traidor, que es Casandra; el Duque llama a toda su corte y explica (inventa) que Federico ha matado a Casandra al pensar en su herencia. Pide que se asesine a Federico por el mal que ha cometido, lo cual hace el Marqués. A la muerte de Federico, el Duque le dice que será juzgado en la corte celestial.
    [Personajes principales]
    El Duque de Ferrara: personaje trágico, padre de Federico, esposo de Casandra.
    El Conde Federico: hijo del Duque, al inicio tiene problemas políticos por herencia, pero los cambia por el amor incestuoso por Casandra (a quien al final asesina).
    Casandra: prometida del Duque de Ferrara, tiene un amor incestuoso con su hijastro Federico.
    Aurora: sobrina del Duque de Ferrara, al inicio quiere casarse con Federico, al final lo hace con el Marqués.
    Batín: Criado de Federico, es el personaje bufón; tiene las verdades y cierra la obra.

    El marqués de Gonzaga: Carlos. Inicialmente acompaña a Casandra, finalmente se casa con Aurora.

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